La Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) sigue comprometida con las comunidades de Quibdó, y desarrolla su intervención especialmente en los barrios más afectados por la violencia armada.
Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo jornadas de trabajo comunitario enfocadas en la reconstrucción de la memoria histórica y en el establecimiento de espacios de diálogo y reconciliación en los barrios El Porvenir, San Vicente, Valencia y El Paraíso. Estos territorios son fundamentales para la restauración del tejido social y la construcción de las condiciones necesarias para el avance del espacio de conversación sociojurídica entre el Gobierno nacional y los grupos armados irregulares que operan en el municipio.
Los habitantes de Quibdó ya reconocen la importancia y la pertinencia del proceso de Paz Urbana que se desarrolla en la capital chocoana. Una de las líderes del barrio El Paraíso describió con entusiasmo estas jornadas como un “rebulú de paz”, una juntanza que rescata las raíces del pueblo negro del Chocó y propicia la reconciliación a través del diálogo. “Sabemos que, si nos unimos y cada uno aporta su granito de arena, la paz en Quibdó puede ser posible. Queremos volver a estar sin temor en las calles, por eso animamos a todos a sumarse a lo que estamos haciendo por la paz en nuestros barrios”, enfatizó.
Con el respaldo y la coordinación de la OACP y otras entidades, las comunidades de los mencionados barrios han decidido desarrollar escuelas culturales y recreativas, campañas de limpieza y recuperación de bosques, ríos y quebradas, torneos deportivos entre barrios, actividades de integración e intercambio de saberes, festivales gastronómicos, concursos de talentos, conciertos y jornadas de salud.
A lo largo de las últimas semanas, la OACP también adelantó mesas de trabajo con el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP) y la Sede Quibdó de la Universidad Claretiana, socios fundamentales en este proceso de transformaciones para la paz. A través de convenios interinstitucionales con las dos entidades, se construirán azoteas verdes, huertas comunitarias y viveros productivos, y se organizarán escuelas culturales y jornadas barriales de apoyo legal y psicosocial.
Por último, con el acompañamiento de la OACP, el IIAP está trabajando con las comunidades en la identificación y registro de especies de fauna nativa y endémica en Quibdó, un primer paso hacia el establecimiento de escuelas de educación ambiental en el municipio. El fomento del respeto de las comunidades por su entorno natural y la conservación de los ecosistemas es la clave para la consolidación de la paz con justicia social y ambiental en la región más biodiversida de Colombia
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