Con ocasión de la Feria de las Flores y en presencia de delegados de la MAPP-OEA, de la Pastoral Social y
de la Universidad Santo Tomás, se desarrolló hoy en la Cárcel La Paz de Itagüi el primer conversatorio de
socialización del Espacio Dialógico para la Paz y Reconciliación Urbana en Medellín. El encuentro, llamado
“Flores de la Paz y la Reconciliación”, es el primero de una serie proyectada en desarrollo de este espacio
sociojurídico.
Cerca de cien personas privadas de la libertad de distintos patios y procesos se sentaron en una gran mesa
redonda con los delegados del Gobierno y con el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, en uno de
los patios de recreo del centro penitenciario. Los participantes intercambiaron ideas y escucharon los
avances del Espacio Dialógico que se instaló en ese recinto carcelario el pasado 2 de junio, de la voz de los
voceros de los grupos armados ilegales de Medellín y el Valle de Aburrá.
Lucía Gonzáles, una de las delegadas del presidente Gustavo Petro para este proceso, abrió la conversación
con un mensaje de esperanza: “Hay mucho entusiasmo por parte de las organizaciones sociales, la
academia y el sector religioso. Vamos sumando. Hay una disposición que, particularmente yo, en los años
de vida que tengo, no había visto frente a un proceso de paz. Es decir hay una voluntad muy grande de
todos de aportar, pero tendrá que ser a partir de una comprensión muy profunda de este reto que estamos
enfrentando.”
Varios privados de la libertad que participaron del conversatorio tomaron la palabra para compartir sus
experiencias de prisión y de libertad, y para hablar de la humanización del sistema carcelario y las razones
por las cuales se han reciclado las violencias urbanas, las desigualdades profundas y un modelo de ciudad
excluyente. Todas las intervenciones coincidieron en que es un momento único para construir alternativas a
la criminalidad y tejer un futuro en paz para la ciudad.
“Tenemos un compromiso con nuestra juventud y queremos visibilizar, a partir de nuestras experiencias de
vida, que la delincuencia y la drogadicción no son el único camino. Por eso, desde este espacio, buscamos
llevar educación y oportunidades especiales para todos ellos: romper esas cadenas generacionales y
culturales de una guerra urbana que lleva más de cuarenta años”, aseguró Sebastián Murillo, uno de los
voceros de los grupos armados.
La iniciativa de paz urbana que se desarrolla la Cárcel La Paz ya demuestra avances concretos en la
reducción de la criminalidad en la ciudad y, en el mediano plazo, apunta a desplegarse por el área
metropolitana e involucrar directamente en la construcción de paz a los habitantes, a las víctimas de la
violencia, a líderes sociales, y a sectores económicos y empresariales de Medellín y el Valle del Aburrá.
Jorge Mejía, coordinador de la delegación del Gobierno, expresó su satisfacción con el avance del proceso:
“En la ciudad estamos viviendo la Feria de las Flores con alegría, fraternidad, como un encuentro de los
medellineneses y habitantes del Valle de Aburrá alrededor de las flores, de la primavera, alrededor de crear
sociedad, comunidad. Ustedes nos han dado ese ejemplo, una muestra de la templanza, de bondad, de salir
adelante con ese reto de la paz."
El Comisionado Rueda reiteró la importancia de este proceso para la Paz Total: “todos debemos cambiar, si
queremos lograr la paz, esta paz es con los ciudadanos y es incluyente, todos y todas pueden participar y
construir las transformaciones con justicia y generosidad. La libertad nace desde el interior de la cárcel
cuando se aporta a la paz.”
La conversación, que se prolongó por varias horas, fue precedida por un taller de creación de las
tradicionales silletas adornadas de la Feria de las Flores de Medellín y por una eucaristía a cargo del padre
Fabián Ortega, de la Pastoral Social. Los voceros y delegados agradecieron el acompañamiento valioso y
permanente de la MAPP-OEA al naciente proceso.
Descargue el documento en el siguiente enlace
Nota_de_paz_OACP_AGO5.pdf